Corredor Salamanca es un espacio en la Ciudad de México que recibe una multitud diversa en su clientela que disfruta en su oferta nocturna en los fines de semana principalmente, la experiencia de entretenimiento y de alimentación exótica cuando es llevada a otro nivel de creatividad. La decoración de este interior resulta en un extremo descubrimiento en la combinación de figuras distintas como míticos seres urbanos o imágenes prehispánicas reinterpretadas sobre los muros en colores álgidos y exacerbados llegando a los tonos neón que con las luminarias de luz negra proyectan un ambiente festivo y urbano contemporáneo. Se distinguen entre los asistentes varios grupos distintos a la comunidad de la zona como visitantes. Lo que resulta también en una tendencia social que congrega una mezcla de distintos intereses que reúne a la diversidad.
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